Según estudios hechos por la Universidad de Queensland, Australia, las personas que tienen relaciones estables y satisfechas tienen una mayor tendencia a subir de peso.
Los datos del estudio apuntan que las personas en una relación feliz y estable llegan a subir hasta 10 kilos. ¿La razón? Cuando uno es feliz, el apetito aumenta. Todo comienza con las primeras citas, que son en bares y restaurantes, y después comparten grandes cenas, van a eventos juntos, o pasan un delicioso fin de semana viendo películas en casa, mientras disfrutan de unos snacks. Y aunque parezcan parte de la vida cotidiana, en estos eventos se ingiere mayor cantidad de alimento.
Otro punto importante es la clase de compañía que tenemos a nuestro lado. Una pareja feliz nos provoca tranquilidad y confianza, lo que es una clave importante para el buen apetito. Al sentirnos seguros, es más probable que consumamos mayor cantidad de comida. Por ello, es común que las parejas que engordan son aquellas que ya llevan algunos años juntos.
Aunque claro, a cada regla existe una excepción. Y por si fuera poco, la satisfacción de la comida está vinculada con el bienestar que provoca amar y ser amado, por lo que sentirse satisfecho a la hora de comer nos recuerda a esa persona que nos ama, aunque no estemos con ella.