Trágicamente, en los últimos días se ha conocido la historia de una madre que se lanzó al vacío con su hijo de diez años en brazos desde el puente La Variante en Ibagué. Según ha trascendido, la mujer tomó esta fatal decisión debido a un préstamo ‘gota a gota’ que la había llevado a una situación desesperante.
En una carta que dejó antes de quitarse la vida, la mujer explicó su desesperación y pidió ayuda para todas aquellas personas que estén pasando por una situación similar.
“Me despido de este mundo. Me metí en los ‘gota a gota’ hace más de dos años. Me acabaron comercialmente y mi hogar es la peor maldición de este mundo. Por favor, hagan algo. Todo el comercio está siendo acabado por esta gente: hogares y negocios”, escribió la mujer en su carta. Además, en la carta se puede percibir el gran dolor y vacío con el que vivió la mujer durante este último tiempo.
La noticia ha generado una gran conmoción en el país y ha puesto de manifiesto la problemática que existe en torno a los préstamos ‘gota a gota’. Estos préstamos, que se han popularizado en los últimos años, consisten en créditos que se otorgan con intereses altísimos y se devuelven en cuotas muy pequeñas. Muchas personas recurren a este tipo de préstamos por su fácil acceso, pero la realidad es que muchas veces terminan endeudándose y viviendo situaciones límite como la que acabó con la vida de esta mujer.
El Gobierno ha tomado cartas en el asunto y ha destinado más de un millón de pesos para atender a las personas que viven una situación crediticia similar. Es necesario que se tomen medidas para evitar que situaciones como esta se vuelvan a repetir en el futuro y se proteja a las personas de este tipo de préstamos abusivos.
La carta de la mujer es desgarradora y muestra la impotencia de una persona que se ve derrotada por las circunstancias que no aportan un pequeño resquicio de esperanza para la vida. “Fallé en todo aspecto posible, y le fallé al ser que más amo en la vida, no tengo cómo sostener su estudio, no tengo cómo darle un plato caliente de comida, lo puse en peligro, cuánto lamento fallarte, hijo”, escribió la mujer. Además, en la carta se puede sentir el miedo y la angustia de la mujer ante la idea de que alguien pudiera lastimar a su hijo por su culpa.
ACÁ EL TEXTO COMPLETO DE JESSY MORENO: No tengo esperanza, he sido vencida y humillada, El hombre que dijo amarme me dejó sola, sola. Me dejaron sin nada, todo lo que trabaje, todo lo que viví, todo lo que amé, todo lo que di, se me arrebató en un instante, mi error fue confiar en las personas equivocadas. ¡Qué equivocada estaba cuando pensé que esa era mi solución! ¡Qué equivocada estaba en ese momento que recibí “ayuda”, pensé que las cosas mejorarían, que equivocada estaba cuando decidí darle una oportunidad más al amor! Que error más grande cubrir un error con otro y eso me llevo a perderlo todo, fallé en todo aspecto posible, y le fallé al ser que más amo en la vida, no tengo cómo sostener su estudio, no tengo cómo darle un plato caliente de comida, lo puse en peligro, cuánto lamento fallarte hijo, no tolero la idea que alguien pueda lastimarte por mi culpa, prefiero irnos lejos y olvidarnos de este mundo, respirar se hace cada vez más difícil, amenazas, deudas, desamor, no puedo más. Me dirán cobarde, pero solo Dios sabe la angustia y el terror que me da pensar que alguien te pueda hacer daño por mi culpa, Si tan solo alguien me ayudara!!? ¿Quién me puede prestar dinero? ¿Un hogar tal vez? No hay nadie…. El mundo es peligroso y yo no puedo protegerte. No tengo esperanza, vencida, humillada y destruida. Sin fuerzas. Todos mis días son grises. Mi corazón palpita angustiado. Lloro de frustración e impotencia. Soy una fracasada. Esta vez no te fallaré hijo mío, nadie podrá hacernos daño nunca más.
La historia de esta mujer es un llamado de atención para que se tomen medidas concretas para proteger a las personas de este tipo de préstamos abusivos. Las personas no deberían verse en situaciones límite por culpa de préstamos que solo buscan lucrar a costa de la desesperación de otros. Es necesario que se tomen medidas para garantizar el acceso a créditos justos y equitativos que no pongan en riesgo la vida y el bienestar de las personas.