El jugo de tomate es uno de los mejores jugos naturales para personas que sufren de diabetes, pues son las más propensas a sufrir de coágulos sanguíneos. Este jugo reduce lo riesgos de sufrir este problema, obviamente se debe de beber sin azúcar y se recomienda beberlo diariamente.
Ingredientes
3-4 tomates maduros
unas ramitas de apio
sal y pimienta
hierbas aromáticas (opcional)
Para decorar
apio
2 rodajas de limón
Cómo hacer zumo de tomate
Trocea los tomates previamente lavados y colócalos en un bol. Añade la ramita de apio troceada.
Introduce la mezcla en una licuadora o robot de cocina y tritura.
Salpimienta al gusto y sirve en vasos decorados con unas ramitas de apio y media rodaja de limón.
Consejos para preparar esta receta
Para que el zumo te quede más fino puedes pelar previamente los tomates: haz un corte en forma de cruz y escaldándolos en agua hirviendo unos segundos. Ten en cuenta que ganarás en textura pero perderás fibra. Si los tomates tienen muchas pepitas, siempre puedes colarlo.
Para potenciar todo su sabor, es preferible no conservar los tomates en la nevera pero en este caso resulta conveniente refrigerarlos al menos una hora antes de elaborar la receta. Puedes añadir un chorro de agua fría (mejor mineral) o unos cubitos de hielo para aligerar el zumo a la vez que lo enfrías.
¿Con qué acompañar el zumo de tomate?
Puedes tomar el zumo a cualquier hora del día, bien solo o como parte de un aperitivo o entrante.
En un desayuno o brunch combina muy bien con huevos revueltos o una tortilla francesa.
Prepara una tabla de verduras crujientes en palitos o troceadas: zanahorias, pepinos, apio o pimientos… y disfrútalas junto con tu zumo de tomate. Salud pura.
Los quesos frescos tipo mozzarella, burrata o queso feta con rebanadas de pan tostado son opciones deliciosas que se pueden disfrutar junto con el zumo de tomate.