La noche del jueves se vio iluminada por una nueva y brillante gala que tuvo lugar en la conocida residencia de los famosos.
En este singular evento, la sorpresa de la noche recayó sobre Barby. Sin esperarlo, la emocionante sorpresa resultó ser una visita muy especial, la de su hija, que llegó a la casa más conocida de todo México.
Para Barby, el encuentro fue una mezcla de alegría y asombro. En medio del bullicio de la gala, al ver a su hija entrar por la puerta principal, su rostro reflejó una alegría indescriptible. La visita, completamente inesperada, se transformó en un momento emotivo que capturó la atención de todos los presentes.
Antes de que se desvelara el premio destinado para Barby, los productores decidieron añadir un giro inesperado a la noche. El famoso Poncho De Nigris se convirtió en el blanco de una divertida broma ideada por la producción.
Poncho, ajeno a lo que se estaba planeando, fue invitado a girar la ruleta, un objeto que se ha convertido en sinónimo de incertidumbre y emoción en la casa de los famosos.
Con cada giro de la ruleta, la tensión aumentaba, la expectación se intensificaba y la atmósfera se llenaba de risas contenidas, ya que todos, excepto Poncho, sabían que era el centro de una elaborada broma.
Poncho inicialmente creyó que la sorpresa planeada para Barby consistía en liberarla de la nominación, lo que provocó su malestar. Sin embargo, unos momentos después, comprendió que la verdadera sorpresa era la inesperada visita de la hija de Barby.
La llegada de su hija a la famosa residencia no solo fue una agradable sorpresa para Barby, sino que también le brindó a los otros habitantes de la casa y al público una visión más íntima de su vida personal.
Sin lugar a dudas, esta visita fue un momento destacado de la noche, que añadió un toque aún más especial a la ya impresionante gala.