Una excelente forma de tratar la gripe o el resfriado y aliviar la tos con flemas es preparar e ingerir un jarabe casero de zanahoria con miel y limón. La zanahoria posee propiedades expectorantes y antioxidantes que ayudan a combatir estas afecciones respiratorias.
La miel se considera un antiséptico, expectorante y calmante natural, ayudando a expulsar las flemas, limpiando las vías aéreas y calmando la irritación que provoca la tos. El limón actúa como un antibacteriano y antiséptico, permitiendo aliviar la inflamación y el dolor de garganta.
Cómo preparar un Jarabe de Zanahoria, limón y miel (para la gripe y tos)
Jarabe de zanahoria y miel para la gripe
Este jarabe es fácil de preparar en casa y para ello necesita de:
Ingredientes
1 zanahoria rallada;
1/2 limón;
2 cucharadas de azúcar;
1 cucharada de miel (incluir apenas en niños mayores de 1 año)
Preparación
Rallar la zanahoria o cortarla en rodajas muy finas, colocarla en un plato y espolvorear el azúcar. Para potenciar el efecto del remedio, debe agregar 1/2 limón exprimido y 1 cucharada de miel sobre toda la zanahoria.
La miel no debe ser ingerida por niños con menos de 1 año de edad, debido al riesgo de botulismo. En este caso, basta retirar la miel de la receta y el jarabe tendrá el mismo efecto.
El plato debe colocarse al aire libre y dejarlo reposar durante unos minutos. Cuando la zanahoria comience a soltar su propio jugo natural está listo para consumirse. Se recomienda tomar 2 cucharadas de este jarabe por día, pero debe tomarse con precaución porque contiene una gran cantidad de azúcar, siendo contraindicado para personas que tienen diabetes.
Beneficios de este jarabe de zanahoria
Los ingredientes de este jarabe de zanahoria son excelentes para:
Fortalecer el sistema inmune, por ser rico en antioxidantes y en vitamina C;
Quitar la flema de la garganta porque tiene acción expectorante;
Aliviar la tos porque limpia la garganta;
Combate la gripe, el resfriado, coriza y elimina la mucosidad nasal, de la garganta y de los pulmones.
Además de esto, este jarabe tiene un sabor agradable, siendo tolerado fácilmente por los niños.
Un buen momento para tomar este jarabe es por la mañana y después de las comidas, porque así el índice glucémico no aumenta muy rápido, así se evita que aumenta la sensación de hambre.