El enfriamiento del cuerpo reduce la resistencia a las infecciones, desde un simple resfriado a enfermedades graves como la gripe.
Los grupos más vulnerables son las niñas y los niños, las personas con enfermedades crónicas, las mujeres embarazadas, así como las personas adultas mayores.
En el invierno, el clima frío provoca efectos adversos a la salud, como aumento de infecciones respiratorias, especialmente en niñas y niños, así como personas adultas mayores; por ello, es importante que tomes en cuenta las siguientes recomendaciones para evitar que tú y tu familia se enfermen.
Estar pendiente del pronóstico del tiempo que se transmitan por los medios de comunicación.
Informar a las autoridades sobre personas en situación de calle y sobre personas vulnerables como niñas, niños, personas con discapacidad y adultos mayores.
Fomenta entre tu familia y tu comunidad vestir con ropa gruesa para mantener el calor corporal.
Consumir bebidas calientes y frutas y verduras ricas en vitamina C.
Si sales a la calle, cubre nariz y boca.
Si usas calentadores u hornillos, verifica que la ventilación se adecuada.
Es importante tener cuidado con los sistemas de calentamiento para no respirar gases que intoxiquen a las personas.
Mantener a niños y niñas lejos de estufas y braseros.
Permanecer dentro de la casa y procurar salir sólo si es necesario.
Usa suficientes cobijas durante la noche y madrugada cuando la temperatura es más baja.