La trombosis es una dolencia que consiste en la aparición de coágulos de sangre en las venas o arterias, también conocidos como trombos, que impide que la sangre fluya con normalidad. Su aparición puede deberse a una reducción de la velocidad de la circulación de la sangre, un aumento del espesor del plasma y cambios en la calidad de las venas.
Síntomas:
Es habitual que, cuando aparece cualquier tipo de trombosis, el paciente tenga síntomas como el enrojecimiento, la aparición de edema o hinchazón de la zona, molestias o dolor en el lugar donde se localiza la trombosis. También es frecuente que los tejidos afectados estén más sensibles y calientes.
Tipos de trombosis
Cuando hablamos de trombosis distinguimos, por un lado, el coágulo de sangre que surge en las venas y, por otro, el que se aparece en las arterias.
Trombosis Venosa
Dentro de la trombosis que aparece en las venas encontramos:
Trombosis Venosa Profunda (TVP)
La trombo se forma en una o varias venas profundas del cuerpo. Suele aparecer habitualmente en las piernas.
Embolia Pulmonar (EP) o Tromboembolismo Pulmonar (TEP)
El coágulo de sangre se localiza en uno de los vasos sanguíneos de los pulmones, una de las trombosis más graves que se puede sufrir. Su aparición supone que la circulación del paso de la sangre que circula por ella se detenga.
Trombosis Venosa Superficial (TVS)
Es la trombosis o coagulación que se ubica en una vena superficial, normalmente en brazos y piernas.
Trombosis Arterial
Este tipo de trombosis se produce en una arteria y puede, en ocasiones, provocar que la sangre no llegue a un órgano determinado.
Cómo prevenirla
Hacer ejercicio físico
El tabaco afecta directamente al sistema respiratorio y circulatorio. Por ello, es fundamental eliminar este hábito de tu estilo de vida para evitar, de esta forma, que facilite la aparición de coágulos de sangre y ello provoque una trombosis.
Seguir una dieta saludable y controlar el peso
Mantener una dieta sana y equilibrada aporta grandes beneficios a la salud. Consumir alimentos que previenen la aparición de trombosis es uno de los pasos que hay que dar para evitar que la sangre de nuestros vasos sanguíneos se coagule y formen trombos.
Tres sencillos consejos con los que podrás reducir, en la medida de lo posible, el riesgo de sufrir una trombosis.
Te aconsejamos que acudas a tu médico o centro de salud para cualquier duda que te pueda surgir.
Remedios tradicionales para la trombosis
El ajo se debe tomar crudo y machacado para que se formen sus principios activos anticoagulentes.
Jengibre Fluidifica la sangre, previene la formación de trombos y rebaja la tensión arterial (Comer jengibre en las comidas). (Tomar 3 cápsulas de 250 mg al día, repartidas entre las comidas principales)
Nueces: Aportan muchísimo omega 3, con propiedades para mejorar la circulación y antiinflamatorias. (Comer 7-8 nueces diarias, crudas -sin sal, sin tostar, sin freír)
Vitaminas y minerales para la trombosis
El aceite de germen de trigo de 1a presión en frío es el alimento más rico en vitamina E. Tiene color naranja muy característico. 1 cucharadita aporta toda la vitamina E necesaria al día
Lecitina de soja: Disminuye los niveles de colesterol y ayuda a deshacer las placas de las arterias. (Cómo tomar lecitina de soja)
Vitamina B: Especialmente de ácido fólico (vitamina B9) y cianocobalamina (vitamina B12), por su papel en la rebaja de los niveles de homocisteína y mejora de los vasos sanguíneos.
Vitamina C y Vitamina E: Por sus propiedades antioxidantes
Masajes de drenaje linfático para la trombosis
El drenaje linfático manual resulta positivo como complemento a las terapias anteriores por su efecto anti edematoso (consigue reducir la retención de líquidos) y moderadamente analgésico (disminuye el dolor). En la zona afectada se origina un edema que es importante tratarlo cuanto antes.